En el año 1553, a poco menos de un año de la fundación de Nueva Segovia (primer asiento de la actual ciudad de Barquisimeto) el maltrato e injusticia de los españoles hacia los negros esclavos que trabajaban en las minas de Buría era extremo. Cuentan que un día, al comenzar la jornada, un capataz quiso castigar duramente a un esclavo, pero éste se rebeló y escapó a las montañas. Este esclavo era el Negro Miguel, de carácter rebelde e indomable, quien, después de huir, se acercaba al campamento cada noche para rescatar a su familia y atraer cada vez a más seguidores, con la intención de formar un ejército y luchar contra los españoles. La reina Guiomar acompañaba al Negro Miguel, incluso en las batallas, en las cuales iba al frente de los negros rebeldes y juntos combatieron innumerables veces. Estos llamados rebeldes, tenían en común, el haber sufrido la esclavitud. Su resistencia heroica y su gesto de auto liberación aun hoy en día, representan un símbolo de dignidad y de lucha. A ellos se le atribuyen varios ataques a las Minas de Buría y hasta el asalto a la recién fundada Nueva Segovia. Durante aproximadamente dos años combatieron y desencadenaron sublevaciones de negros e indios por toda la región de San Felipe, Barquisimeto y El Tocuyo. Finalmente, luego de muchas persecuciones, Diego de Losada mató a Miguel y aniquiló su reino. Los negros y los indios que sobrevivieron, fueron torturados y mutilados.
Sus hijos fueron vendidos y Guiomar murió, poco después, víctima de crueles maltratos y de la pena de haberlos perdido. Los pobladores de Buría cuentan orgullosos que éste fue el primer alzamiento de negros de Venezuela e inclusive en América Latina. Aseguran que con él se inició el sueño de libertad de los negros esclavos en Venezuela. Esto ha hecho del Negro Miguel un ejemplo de valor y lo ha convertido en una leyenda en Buría y en todo el país, a tal punto que son muchas y muy distintas las historias que se tejen alrededor de su mítica figura y su vida.
Leyenda de la cueva del Negro Miguel
Cuenta la leyenda, que en esta cueva vivió y fundó su reino el Negro Miguel, uno de los esclavos de las Minas de San Felipe de Buría, propiedad de Pedro del Barrío, junto a su esposa Guiomar y sus hijos.
La historia dice que después de escapar, el Negro Miguel se encontró con esta cueva en las montañas, donde decidió refugiarse y fundar un reino independiente. Aquí coronó a Guiomar como reina, a la usanza africana e incluso nombró una corte que tenía hasta un obispo de una iglesia disidente. El acceso a esta cueva es a través de un pasillo angosto que lleva a una cueva más amplia. Se dice que está llena de galerías que hacen de ella una especie de laberinto. Hay quienes aseguran que, en medio de su enfrentamiento con los españoles, el Negro Miguel se metió en esta cueva con tres mulas cargadas de oro, producto de un asalto a las Minas de Buría y después de ello nunca más se le volvió a ver.
También hay personas que cuentan que el Negro Miguel salió por otro lado de la montaña. Esta historia hace que aún hoy en día la gente tenga temor de meterse en esta cueva pues creen que el que entra corre el riesgo de no poder salir nunca más.
Leyenda del Negro Miguel y María Lionza
Leyenda que, según testimonio de los pobladores, ha pasado por varias generaciones. Cuenta que cuando el Negro Miguel se alzó ante los españoles y se refugió en la montaña de Curduvaré, se encontró con una hermosa mujer que cuidaba de la montaña. Esta era la Reina María Lionza. Se dice que el Negro Miguel no murió, que se encuentra en la corte de la Reina en la montaña de Sorte, en el estado Yaracuy.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario